La segunda parte de “La vida de Leonardo Da Vinci”, un drama producido por la RAI y el Istituto Luce con la dirección de Renato Castellani, presenta al gran artista ahora en sus treinta años. Estos son los años de intenso estudio que permiten que su curiosidad innata y aguda se extienda a todos los campos.
Lo encontramos en Milán, en la corte de Ludovico Sforza, mecena de grandes artistas.
En este período, Leonardo alcanza la plena madurez y su genio puede expresar su universalidad en dos décadas. En el fondo, casi en silencio, está la relación silenciosa y tímida con la madre Caterina, cuya desaparición marcará siempre el alma del artista.